top of page

La filosofía perenne

  • fran4933
  • 2 oct 2023
  • 6 Min. de lectura

Actualizado: 5 oct 2023

En lugar de ser una descripción exhaustiva de las múltiples filosofías que versan sobre el mismo tema, pretendo intentar una interpretación más unificada sobre mi comprensión al respecto. Ya el impresionante libro de Huxley se encargó de esta labor enumerativa y descriptiva.


La filosofía perenne es lo que profesan las corrientes religiosas denominadas mistéricas. Son métodos que permiten al individuo la revelación del misterio. Y la pregunta obvia es por supuesto ¿cuál misterio?


Lo misterioso es aquello que no es aprehensible mediante el sistema lógico usual de nuestra experiencia y nuestro lenguaje. Por el contrario, las leyes de la lógica dejan de regir cuando el individuo se adentra en esta nueva dimensión de la realidad. Una de las principales leyes lógicas por la que nos regimos es la que indica que el sujeto y el objeto son entes separados y diferentes. En términos matemáticos: Si el número 2 le sigue al número 1, entonces 1 y 2 son números diferentes. Esta es la prisión lógica de la que el sujeto se va a liberar en el misterio. Se trata entonces de la reconciliación de los pares de opuestos en la unidad; el sujeto, ya sea individual o colectivo, se fusiona con su entorno otra vez en una sola unidad y cuando esto sucede surge en el sujeto un trance extático indescriptible, que a falta de adjetivos, las diferentes religiones le han otorgado el nombre Dios, en múltiples variaciones. Dios representa esa vivencia emocional; no un concepto lógico. El sujeto pierde de alguna forma su identidad y pasa a formar parte de una plenitud mayor. En el cristianismo está estipulado en la frase de Pablo: “Ya no vivo yo, sino que es Cristo quién vive en mi”


Ahora, el método para lograr esta experiencia, conocido como gnosis, es lo que es más variable entre las religiones y lo que de alguna forma diversifica sus rituales y promueve el sentimiento tribal que termina cristalizándose en prescripciones morales y conflictos bélicos. Las gnosis más frecuentes en los inicios de la sociedad occidental se lograron mediante el consumo de sustancias (múltiples plantas sagradas con sustancia psicoactivas como la mescalina y diferentes tipos de hongos) o mediante las prácticas de ascetismo. En oriente por otro lado, se promovió más la meditación y el yoga, aunque el hinduismo en sus inicios fue altamente desarrollado a partir del consumo de Amanita muscaria, que algunos autores consideran es el soma.


El uso de sustancias psicoactivas fue bastante popular también en las religiones de los pueblos americanos precolombinos, incluyendo los aztecas y la cultura de Chavín de Huántar. En la cultura azteca el hongo recibía incluso el nombre de Teonanácatl, que significa “carne de Dios”.


Volviendo a las religiones mistéricas entonces, el sujeto requiere ser iniciado en este experiencia, guiado a través de la misma, lo cual se logra usualmente a través de rituales. La necesidad de guía y acompañamiento se fundamenta en que este regreso a la unidad suele ser un camino de grandes dificultades, flanqueado por trayectos de gran oscuridad y terror. Esto se experimenta solo cuando hay un alteración significativa del estado de consciencia, y el ego pierde ya el control de la experiencia; ahora el ambiente que lo rodea está animado y antropomorfizado y el sujeto debe tener las herramientas para lidiar con esto. El conjunto de estas experiencias Joseph Campbell las resumió en el llamado “mito del héroe”, que intenta rescatar un hilo conductor común a las múltiples formas que esta narrativa adopta entre las diferentes culturas. Su gran poder aún sobre la psique humana lo evidencia el éxito de Star Wars, pues George Lucas se inspiró en sus lecturas de este mito descubierto por Joseph Campbell para construir la trama.


El mito va así: el héroe o heroína representa un sujeto que parte de su actividad ordinaria familiar, y por un llamado interno o externo, un engaño o una trampa, es arrastrado hacia un umbral desconocido, al que debe adentrarse. Al atravesarlo se encuentra con una serie de dificultosas pruebas, que implican incluso descender hasta la región más temida de todas, representada usualmente por el infierno o el inframundo. En el proceso muchas veces muere de forma violenta, pero después por ayuda divina es resucitado, y regresa nuevamente para reencontrarse y unirse con su madre-esposa a la que había abandonado. El desenlace es variable, pues en otras ocasiones nada más es divinizado y convertido en Dios. Ambos finales igualmente describen el mismo fenómeno; el retorno a la unidad. El héroe mediante su viaje reconcilia el binomio cielo-infierno como expresiones del mismo Uno.


En última instancia lo que se pretendía en los rituales mistéricos era que el sujeto se identificara o personificara el mito, de forma que su experiencia tuviera sentido y no fuera solo un caos abrumador. El origen de estos rituales se cree es la devoción a la Madre Tierra como personificación de la fertilidad y fuente de vida, de la renovación, de los ciclos de muerte y renacimiento. Sus formas más antiguas se datan en los inicios de la civilización mesopotámica. En los babilonios correspondía al culto de Inanna-Tamuz, adoptado en Egipto como Isis-Osiris; en Grecia, de acuerdo con la región o época a Cibeles-Atis, Deméter-Perséfone o Astarté/Afrodita-Adonis. El primer nombre representa la Diosa, el segundo su hijo/consorte. Posteriormente en Grecia evolucionó a Démeter-Dionisio y Dionisio dio origen a los cultos de Orfeo en la época del Imperio Romano. Por último, estos motivos confluyeron en la figura de Jesucristo; muerto de forma violenta, descendido a los infiernos y resucitado para ser divinizado.



ree

Imagen tomada de: The Alphabet versus the Godedess de Leonard Shlain


Esta es la filosofía perenne de occidente, la que Marsilio Ficino redescubrió en la época de la Ilustración y le atribuyó el nombre de Prisca Theologia. Que considere solo hombres como herederos de este conocimiento mistérico es porque tomó sus ideas de los escritos de un personaje ficticio llamado Hermes Trismegisto, cuyas obras fueron escritas por múltiples autores en la época alejandrina después de Cristo. Ya para esto el patriarcado estaba instaurado y el culto a las Diosas-Madre que era la norma en las primeras civilizaciones quedó destronado por el culto a YHVH.


El patriarcado nace predominantemente de una modificación del mito, donde el héroe ya no se une con su progenitora, sino más bien la mata. La Gran Diosa, fuente de la energía primordial de toda existencia, ha sido representada en múltiples culturas por una serpiente marina, aludiendo al caos de las aguas primordiales de las que surge la vida. De pronto, entre los semitas y los griegos el mito mutó y entonces el héroe mata a esta serpiente y esta es su glorificación, ya no el reencuentro con la unidad. Así ocurre con la muerte de Tiamat en manos de Marduk, de Tifón en manos de Zeus y de Leviatán por Yaveh. Indica esto una disrupción de la psique donde el individuo ya no está dispuesto a atravesar esas dificultades sino a eliminarlas de su mundo. De esta forma, el ego racional desprecia el rito mistérico de retorno a la unidad y ahora entonces es el dominio sobre lo terrenal y lo mundano el valor que guía a estas civilizaciones helénicas-judías. Se pierde la esfera ilógica y nace el patriarcado-racional con este olvido a la Gran Diosa; ahora Jesucristo retorna a un padre, y María es solo el personaje secundario que lamenta su muerte.


A pesar de esto, la narrativa de Jesucristo no se desprende nunca de sus herencias mistéricas, muy perceptibles en su acento sobre la importancia de la trinidad por ejemplo. El número 3, en la numerología pitagórica simboliza la reconciliación del 2 con el 1. El 3 también esta representado en el tridente de Neptuno (Poseidón), que de acuerdo con la psicodinámica Jungiana, el arquetipo de Neptuno está también relacionado con la trascendencia y la experiencia espiritual. Es de hecho Poseidón uno de los dueños del Oráculo de Delfos, sitio de inspiración y de encuentro con las musas. Y también tenía poderes para alterar la mente de otras personas y de inducir trance, al igual que Dionisio y Orfeo. Este simbolismo de las religiones mistéricas se mantiene operante en la psique medieval a través de la figura de Jesucristo y es responsable de la enorme cantidad de místicos y místicas cristianos en esta época.


Pero con el surgimiento de la consciencia en perspectiva a finales del siglo XIV, la facultad de percepción simbólica y espiritual se atrofió. Se comenzaron a interpretar estos relatos míticos de forma literal y el cristianismo se oxidó dejando solo una estructura rígida con pocas posibilidades de moldearse a las necesidad de la civilización actual. Y los últimos espasmos agónicos del misticismo se suelen tachar de esoterismo, New Age, o experiencias recreativas de personas drogadictas.


El primer paso es dimensionar la esfera de la realidad sacrificada. La experiencia mitológica es quien ha llevado la batuta en dotar de sentido la vida de los seres humanos durante la mayor parte de su existencia en el mundo. La ciencia ahora a la vanguardia de esta labor es un experimento. En ocasiones sale bien, en ocasiones sale mal. El confort espiritual que otorga suele ser muy circunstancial y frágil y lo evidencia el consumo masivo de antidepresivos y la incidencia creciente de trastornos ansioso-depresivos.


Y por supuesto la propuesta no puede ser volver a las cultos dionisiacos o a los misterios eleusinos. No. Como bien dijo Ralph Waldo Emerson: “¿por qué deberíamos obligar a la generación viviente a participar en unas mascaradas con un vestuario ajado? El Sol también brilla hoy (…) Exijamos nuestras propias obras, leyes y cultos”

Entradas recientes

Ver todo
Palabras necias

Palabras, palabras necias, antinomias irresolubles disfrazadas de aporías filosóficas; dentro de sus prisiones lloran eruditos a través...

 
 
 
Reflexión sobre la teodicea

Hay muchos que se preguntan cómo de la energía omnipoderosa que llamamos Dios pudo haber surgido un mundo con mal y sufrimiento. La...

 
 
 

Comments


Powered and secured by Wix

flat,750x,075,f-pad,750x1000,f8f8f8.jpeg
bottom of page